Olvídate de los rebobinados a alta velocidad y el jigging de fuerza bruta: este estilo se centra en la delicadeza. Con tirones de cabeceo lento y caída larga, puedes provocar picadas incluso en los peces más cautelosos y delgados, aprovechando el movimiento natural de un jig con equilibrio central.
Este enfoque utiliza dos acciones de caída irregulares —"Flash" y "Strobe"— para crear un movimiento impredecible y señales visuales que provocan picadas agresivas. Pero el slow jigging no se trata simplemente de reducir la velocidad. Se trata de dominar la técnica de la caña, aplicando presión a través del talón y dejando que el retroceso de la caña genere la acción.
Para maximizar el rendimiento del jig, cada detalle importa: la conicidad de la caña, el torque del carrete y la recuperación de la línea por giro de la manivela influyen en el vector del jerk y la presentación resultante. Con una ejecución correcta, controlarás el destello del jig en aguas profundas, provocando no solo el instinto de alimentación, sino también una amplia gama de respuestas depredadoras naturales.
